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domingo, 2 de agosto de 2015

La figura del Desaparecido: el Limbo Psiquico consecuente, por Vivina Perla Salvetti

Heridas que no cierran





Carta abierta a una amiga

Me ha dejado preocupada tu comentario respecto de la sorpresa y desazón que te produjo enterarte hace pocos días mediante datos concretos recabados por el grupo Baldosas por la Memoria  que dos compañeros tuyos, militantes de Exactas y a quienes creías a resguardo de las torturas y la muerte figuran en las listas comprobadas de los desaparecidos.
Como me comentaste, enterarte de la cruel realidad te hizo revivir las emociones vinculadas con lo que todos vivimos durante el Terrorismo de Estado que cubrió a la sociedad argentina durante los peores años de la Dictadura. 

Volviste a revivir todo como si hubiera ocurrido ayer.

En el espinoso tema de la Memoria solemos olvidar que por razones de protección psíquica como sociedad elegimos creer a torturadores que se encargaron de construir cuidadosamente todo un discurso para legitimar sus injustificables abusos.
Me vienen a la mente titulares de los medios cómplices que difundían las “muertes en enfrentamiento armado” así como una detallada descripción de impolutas “Clínicas de rehabilitación”, afirmaciones que posteriormente se demostraron  falaces fuera de toda duda. O de madres detenidas a quienes se las obligaba a dar falso testimonio  respecto de sus propios hijos

Medios tan infames como la dictadura misma que jamás mencionaron el enriquecimiento ilícito de los grupos de tareas mediante la apropiación forzosa de bienes de los detenidos, a muchos de los cuales se les hizo firmar bajo tortura.
Mujeres detenidas que eran vejadas, violadas  y luego  obligadas a acompañar a los carceleros en  salidas nocturnas, cosa de sembrar dudas sobre  su  consentimiento a la entera situación.
Medios asegurando que mujeres utilizaban a sus bebés como escudo durante tales “enfrentamientos”, cuando luego se supo que las mujeres embarazadas apenas daban a luz en los centros de detención le hacían escribir cartas haciéndoles  creer  que sus bebés iban  a ser  entregados a sus familiares.
Medios que en el pasado se encargaron de difundir que los rebeldes habían huido al exterior donde  permanecían a salvo.
Son los mismos medios retorcidos que debido a sus intereses inconfesables propagan actualmente la calumnia de una “Grieta que divide a los argentinos” provocada por quienes insistimos en la búsqueda de Verdad y Justicia, porque les resulta muy conveniente que todo se mantenga embarrado como está. 




La dictadura argentina no solo sembró el terror por los Falcon verdes sino que cuando los reclamos por justicia se fueron en aumento  inventó la figura legal del Desaparecido  para terminar de eludir toda  responsabilidad sobre sus infamias y  cerrar para siempre  toda posibilidad de justicia.


Hace un rato terminé de leer un análisis sociológico, donde luego de hacer una buena reseña de lo que implicó la Dictadura terminan reconociendo que la difusión estética y política de las fotografías de los desaparecidos de alguna manera los sigue manteniendo vivos durante los reclamos de justicia.




Sin embargo, y como suele suceder en muchos de estas elaboraciones teóricas no pasan de un mero ejercicio de retórica, que poco ayuda a resolver la catarata de emociones que cada tanto  parecen emerger con la misma fuerza  que durante los años de Terror.




Comparto sinceramente tu dolor tras confirmar que tus dos compañeros  a quienes creías vivos y a salvo fueron realmente torturados y muertos por el terrorismo de Estado. Debe haber sido muy dura la noticia, y sinceramente lo lamento mucho. Una cosa es imaginar lo que pudo haber pasado y otra darse de bruces con una verdad comprobada

Darse cuenta que los poderosos se anticiparon a dejar pistas falsas cuidadosamente elaboradas para destruir de todas las maneras posibles a quienes estorbaban sus intereses  y embarrar los hechos con el claro propósito de eludir toda responsabilidad cerrando toda posibilidad de justicia emerge como una experiencia sin duda muy movilizadora pero que hay que atravesar para sanar.

En la maraña de emociones encontradas que nos sumergió el infame terrorismo de Estado no solo se encuentra la impotencia por las injusticias sufridas sino que –insisto- la particularidad de la infamia argentina reside en que toda búsqueda de justicia por los hechos del terrorismo de Estado (racionalidad al servicio de la tortura  y muerte de los subversivos) resultó encriptada con la conveniente figura del Desaparecido como invento argentino después de la picana.
Estos hechos innegables  nos ponen de frente a  la necesidad imperiosa de diferenciar entre la legítima búsqueda de justicia y el duelo personal tan necesario para sanar como sociedad.

Distinción entre Búsqueda de Justicia y procesos psíquicos de Duelo

Esta diferencia entre búsqueda de justicia como un proceso diferente al de hacer el duelo parte de una observación absolutamente personal y merecería una fundamentación y desarrollo más amplio. 
Sin embargo me animo a compartir públicamente esta distinción por este medio  porque creo que al menos resulta operativa para entender por qué el uso de las fotografías de los desaparecidos en las rondas,  el impacto visual del Siluetazo y el clamor "aparición con vida" todos con miras a la legítima búsqueda de justicia, en tanto se asienten en la figura viva no contribuyen  al proceso sanador del duelo por parte de la mayoría de la Sociedad, que parece circular por otro carril cognitivo

Efectos inesperados 

Por esto te recuerdo, como sabés por haberme acompañado en una de sus reuniones, que me pareció tan estupenda la iniciativa original del grupo  Baldosas por la Memoria, grupo que comenzó a reunirse en Almagro hace años.
Pude observar desde mis primeros encuentros que su iniciativa de elaborar baldosas como conmemoración  donde se invita a los allegados de los desaparecidos  a participar, aún  sin habérselo propuesto en principio, presenta como inesperado efecto sanador que los participantes comiencen a sentir que logran iniciar el duelo largamente postergado.

Duelo personal que en tanto proceso sanador de la psiquis se presenta como anclaje adecuado para seguir realizando los reclamos por justicia.
Tal duelo sanador  -proceso específicamente personal y humano tan estudiado por los antropólogos- en vez de impedir los reclamos por justicia, favorece su realización adecuada pues contribuye a propiciar la paz personal y por lo tanto social.

En tu caso querida amiga, está bien que en principio te des el tiempo para sentir y expresar adecuadamente tu enojo por quienes gozaban torturando a tus compañeros y engañando impunemente a la opinión pública, como parte del proceso de duelo. 
Rechazo toda referencia a tales grupos de tareas como psicópatas, por cuanto se trata de individuos que se siguen presentando ante la Sociedad como absolutamente racionales, respetables y conscientes de lo que hacían.
Solemos confundir como sociedad ambos aspectos de la tragedia que nos tocó vivir. Búsqueda de Justicia y el inicio del duelo tan necesario sobre personas declaradas no personas.


La declaración de Desaparecidos y el Limbo psíquico consecuente

Considero a modo personal que la impune declaración oficial que define a los desaparecidos como no personas es la herida más cruel infligida por los infames y me animaría a decir que más cruel que las torturas mismas, porque se trató de un Acto de Habla que introdujo a la entera  sociedad argentina en un Limbo psíquico de muy difícil resolución.
Para entender a qué me refiero, partamos de la base de que en todo conflicto,  guerra entre países o guerra civil, hay víctimas de las que se pierde todo contacto, y cuyos cuerpos jamás se encuentran.. 

Sin embargo, lo específico de la declaración  de Videla, si ubicamos sus palabras dentro del marco constitutivo que confiere todo Acto de Habla por parte alguien con autoridad, es que presenta oficialmente  por primera vez en la Historia  la figura legal del Desaparecido "como alguien que no tiene entidad" figura que les permite de un plumazo negar oficialmente todo status de Persona a quienes fueron brutal e ilegalmente detenidos por orden oficial con el propósito de no verse en obligación de brindar alguna respuesta sobre los cuerpos.





El grupo Baldosas, al promover que los allegados participen ubicando las letras de molde en el material fresco para fijar nombres y fechas reales se presenta como una manera sumamente efectiva para devolverles entidad y dignidad humana a los desaparecidos.
En cierta manera vos también te enfrentaste con esta realidad cuando leíste en un documento material formal  lo que efectivamente les pasó a tus compañeros. De algún modo comenzaste a elaborar el duelo por tanto tiempo en suspenso.
El tiempo por sí mismo no sana las heridas, sino lo que uno hace con él.
Espero haber ampliado  estas ideas que tengo desde hace años y que me oíste decir en el grupo Baldosas por la Memoria, al que me hiciste acordar que tengo que volver a ponerme en contacto con ellos, que más no fuera para saludarlos y seguir reconociendo su estupendo trabajo sanador.

Extendiéndote un sentido abrazo

Te mando un beso 











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